“UN VIAJE ES COMO UN LIBRO, SE COMIENZA CON INQUIETUD Y SE TERMINA CON MELANCOLÍA”           "VIAJAR NO ES LLEGAR A UN LUGAR, ES ABRIR UN CAMINO"           "NO VIAJES PARA ESCAPAR DE LA VIDA. VIAJA PARA QUE LA VIDA NO SE TE ESCAPE"           “COMO TODOS LOS GRANDES VIAJEROS, HE VISTO MÁS DE LO QUE PUEDO RECORDAR, Y RECUERDO MÁS QUE LO QUE HE VISTO”


03 noviembre 2019

PRIMERAS IMPRESIONES DE UN ROADTRIP POR FLORIDA, GEORGIA Y CAROLINA DEL SUR


Recién llegados de nuestro gran viaje del 2019 por tierras de USA en un roadtrip de Florida, Georgia y Carolina del Sur durante 24 días en Octubre, y tras medio superar el jet lag y la vuelta a la rutina, queremos hacer un balance de este increíble viaje en el que hemos tenido de todo un poco, desde playas preciosas, pasando por ciudades coloniales exquisitas y que daban ganas de quedarte a vivir allí, sin olvidar las increíbles y maravillosas puestas de sol en el Golfo de México, disfrutando de los increíbles parques nacionales y estatales que quitan el aliento y ponen a una los pelos de punta con su exuberante naturaleza y la fauna que allí habita, hasta la increíble diversión y magia de los parques temáticos de la zona de Orlando que no te da tiempo a aburrirte ni un poquito.

Desde diciembre del 2018 más o menos ya teníamos en mente que queríamos volver por cuarta vez a USA, lo que no teníamos muy claro era que parte de USA visitar.



Tenía varias rutas en mente, la mítica ruta 66 estaba purulando por nuestras mentes, incluso me compre una guía. El problema de esta ruta es que veíamos que para viajar con niños quizás sería algo aburrida por tanto y muy a mi pesar acabamos descartándola.

Otra ruta que nos rondaba por la cabeza era la zona de Alaska, debe ser maravilloso e increíble recorrerla en caravana, pero también la acabamos descartando ya que, sí que teníamos claro que, aprovechando que nuestra peque viajera aun esta en infantil, no viajaríamos en julio o agosto, y fuera de esas fechas el clima es un poco duro y no nos apetecía conducir por carreteras heladas, y menos una caravana.

Entonces se me encendió la bombilla leyendo algún diario de viaje como el de Mi mundo en una maleta y cuando ayudé a una amiga a buscar vuelos para Miami.

Resulta que los vuelos a Miami son bastante económicos a la hora de saltar el charco, incluso en los meses de junio y julio (lo sé porque estuve buscando para mi amiga en esa fecha).

En principio nos íbamos a ir en septiembre, y casi apretando el botón de compra y con las vacaciones de Dani ya confirmadas (las mías realmente me las confirman en abril, y siempre arriesgo), me llama Dani y me dice que, si ya he comprado los billetes, que uno de su empresa se casa en septiembre y el jefe le ha pedido si podría anularlo. Pues nada, a mirar otras fechas y cuadro en octubre unas tarifas estupendas con Lufthansa.

Por un lado, y ya casi pasada la temporada de huracanes agradecí haberlas cambiado, ya que nos hubiera pillado el huracán Dorian que por desgracia destrozo algunas islas de Bahamas e hizo que se evacuara la población de la costa Noreste de Florida, junto con las costas de Carolina del Sur y Georgia, justo las zonas por las que al final hicimos nuestro roadtrip.

Una vez con los billetes comprados, empecé a mirar muchísimos tipos de ruta empezando por Miami, pero eso ya lo contaré en otro post en el que especificaré nuestro recorrido.

Lo que sí puedo decir que ha sido un viajazo maravilloso donde cada uno de nosotros hemos disfrutado al máximo con todo lo que íbamos descubriendo, a pesar de algunas inclemencias del tiempo, tanto por el calor, como por la lluvia que hizo que se fuera al garete dos días de visitas, aunque, incluso en esos días, tenemos risas a ratos y muy buenos recuerdos de anécdotas que ya contaré. Al fin y al cabo, sabía que viajaba en temporada de huracanes

Playas, cayos, carreteras sobre el mar, parques llenos de magia, ciudades perfectas, casas de ensueño, mucha historia, atardeceres espectaculares, museos increíbles, naturaleza impactante, ciudades que parecen sacadas de un decorado, paisajes maravillosos, animales de impresión…todo ello hace que haya sido un viaje increíble, aunque reconozco que, con demasiado calor a pesar de ser octubre, ni me imagino eso en pleno agosto.

LO QUE MÁS NO HA GUSTADO: 


Haciendo un análisis, difícil limitar un solo sitio, así que aquí va nuestra lista.

  • Savannah, un ciudad preciosa y perfecta, totalmente bohémica con casas de ensueño, salpicadas por todos lados con robles con musgo español que hacen a la ciudad más maravillosa y fotogénica, con sus 22 plazas alineadas que hace difícil decidir cuál de ellas puede gustar más, con su antigua zona portuaria donde hasta se puede disfrutar de un barco típico de vapor de ruedas, con su gastronomía sureña deliciosa... Sin duda una ciudad que nos supo cautivar desde el primer momento que pusimos el pie allí. Una ciudad que invita a pasear y descubrir los pequeños detalles que esconde, y a la vez invita a relajarse en alguno de sus bancos que hay en las diferentes plazas con un buen libro. Personalmente me pareció una ciudad totalmente encantadora y que me dejo con ganas de quedarme más días disfrutando tranquilamente de ella. Os recomiendo este post de Viajando entre Rascacielos que no tiene desperdicio que refleja perfectamente lo que sientes en esta ciudad, para que podías entender mejor el porque es una ciudad tan interesante e increíble. 
  • El apoteósico atardecer que tuvimos en el pier 60 en la playa de Clearwater. Un atardecer maravilloso y espectacular desde la playa con el típico pier que se adentra en el mar y algún que otro velero cruzando. Recuerdo que disfrutamos muchísimo, Dani y yo viendo el atardecer y Salma volviéndose tarada con la arena, bailando, mojándose…fue un buen final para ese día. 
  • La finca de Invierno de Edison Y Ford en Fort Myers nos encantó. Me resulto un museo super curioso, además tenía muchas zonas interactivas para los niños. El lugar en el que se encuentra junto a la bahía lo hace aún más llamativo. Lástima que la parte de los jardines y la casa cerrara porque empezó a llover muchísimo, pero el museo y el laboratorio nos asombró. Menuda pasada el Edison, al parecer tiene el record Guinness de patentes registradas, con más de 1000 patentes. Sin duda, un gran genio que con sus inventos nos ha hecho la vida un poco más fácil. 
  • El Kennedy Space Center, sin lugar a dudas un imperdible tanto si te gusta el tema como si no. Es alucinante todo lo que ves allí, desde sus simulaciones en plan patriotismo americano del Apolo XI tanto en la cuenta atrás del lanzamiento hasta el alunizaje, el increíble Saturn V que deja a todo el que entra boquiabierto, las diferentes zonas de juego para los peques, el transbordador Atlantis y tropecientas cosas más que hace que hasta te falte tiempo para verlo todo. Aconsejo a quien lo visite estar allí desde que abre para aprovecharlo al máximo, ya que es bastante fácil distraerse con todo lo que exponen allí. 
  • El restaurante T-REX en Disney Springs tematizado con animatrónicos dinosaurios de toda clase nos ha parecido espectacular. Además, la comida está bastante decente. Recomiendo reservar si quieren ir o, tal como hicimos nosotros, sacarse de manera gratuita la landrys select club para que os den mesa rápido (ojo con los grupos grandes, ya que en ese caso es mejor reservar). 
  • En la mayoría de restaurantes tienen menú infantil, además de siempre tener un detalle con los peques y nuca faltaba una planilla de dibujos para pintar. Pequeños detalles que quien tenga niños lo agradecerá. 
  • La decoración de las casas con la temática de Halloween, es asombroso. Algunos le echan muchísima imaginación y bastante trabajado. 
  • Y por supuesto no podía faltar la magia de Disney Orlando con sus 4 parques más dos de agua. Aunque al final tras una semana disfrutando, acabas un poco harta de los parques y en plan…si veo a un Mickey más o a alguna princesa me la como 😁. Pero Salma lo disfruto al máximo y por ella se quedaba un mes. Es increíble el aguante que tiene los peques. Me encanto que no supiera que íbamos a estar una semana, y llevarla engañada diciéndole que nos íbamos al aeropuerto. La pobre hasta recogió los juguetes, colores y demás parafernalia que se había llevado y que lo tenía todo desperdigado en la parte trasera del coche preparada para volar jajaja. Recuerdo entrar en Disney con dirección al hotel y ella decir, "mama que chulo este aeropuerto, hay Mickey en muchos sitios". Llegar al hotel All star dentro del parque y decirle que venga a coger las maletas que vamos a facturar y ella viendo el hotel super tematizado y con la cara desencajada suelta… ”mama me encanta este aeropuerto, todos deberían ser así, está decorada con mucho gusto” (fuerte maruja jaja😅). Y ya cuando entramos dentro y mosqueada del todo…”¿esto es un aeropuerto?¿en serio?” y ya le dijimos donde estábamos y todos los días que nos íbamos a quedar. Literalmente enloqueció, no paraba de pasearse por el hall saltando y tocando todo lo que había tematizado y repetía: “una semana, una semana NO ME LO PUEDO CREER. Casi que nos cuesta hacer el check in porque no paraba quieta ni un segundo, momento subidón total jajaja.
    También la cara de feliz que tenía cuando la peinaron en la peluquería Bibbiddi Bobbiddi y su carita de emoción cuando vio a Ariel en el restaurante Akershus tematizado en un castillo con comida con princesas.
    Estaba tan emocionada que no podía ni comer hasta que se pasó por la mesa para hablar con ella. Y lo mismo cuando vio que entrabamos al castillo principal de Disney para cenar en el Cinderella, literalmente alucinaba y nosotros con ella también.
    Sin duda con 5 años es una edad increíble para estos parques, recuerdo una conversación con Marta de Viajando entre Rascacielos y tenía toda la razón. A esa edad los peques como norma general creen realmente que es el lugar donde viven todos estos personajes con tanta magia…y quien dice que no, ya que hay que recordar que Disney es pura magia donde los sueños se hacen realidad.

LO QUE NOS HA SORPRENDIDO: 


En este viaje ha habido muchísimas cosas que nos han sorprendido y encantados que nos quedamos.

  • El parque nacional Everglades ha sido un imperdible para nosotros. Había leído mucho sobre él y a medida que iba leyendo me decía que; habiendo visto varios parques nacionales de USA tan increíbles como el Gran Cañón, Yosemite, Yellowstone, Sequollas, Arches, Canyoland, Gran Teton, Death Valley, Mojave…pues la verdad que pensaba que este no me iba a llamar tanto la atención. Que equivocada estaba, me pareció un parque alucinante y aunque solo le dedicamos un día que es lo que suele dedicarle todo el mundo (algunos incluso medio día) pues decir que a mí me hubiera gustado hacer dos días allí, haber llegado hasta el final de la carretera para ver la zona de Flamingo y conocer también la zona de Marco Island. Y eso que cuando fuimos no era su máximo apogeo, ya que la época buena es a partir de mediados de noviembre en donde se ve mucha más fauna como los adorables manatíes y cuando entran en funcionamiento más excursiones.
  • Los Cayos de Florida también nos parecieron increíbles, no solo por los tipos de puente que van conectando una isla con otra y su maravillosa carretera sobre el mar, sino por la cantidad de sitios que tiene para pararse y disfrutar. Si es por mí, hubiera parado en cada isla. La zona tiene multitud de parques estatales para hacer ruta que a pesar de que aún se nota un poco el paso del huracán Irma del 2017, merece totalmente la pena, tiene tiendas super curiosas, paisajes alucinantes de los que te quedas embobada, esculturas a cada paso de lo más variopintas, hoteles sumergidos en el mar…vamos que una maravilla. Por mi me hubiera quedado tres días recorriendo la zona en lugar de dos. 
  • La ciudad de Saint Augustine nos enamoró. Es una ciudad preciosa con esas calles con sus casitas que parece un decorado de película. Una ciudad para disfrutarla un día entero. 
  • El parque de Legoland nos dio una grata sorpresa. Yo hace la friolera de 19 años más o menos ya había estado en el de Dinamarca en un interrail que hice (aiiinnnsss como pasan los años) y recuerdo que me gustó muchísimo, pero no sé por qué, de éste no esperaba tanto. Y resulto ser mejor, con muchísimas más atracciones y sin casi colas, además en las colas piensan mucho en los niños (y no tan niños) y durante la espera tienes diferentes cajas de lego para construir, poner en la pared o las 231453 que se pueden hacer con este juego. Es una pena porque parece un parque bastante olvidado de Orlando ya que esta algo alejado de los grandes parques (como hora y media en coche o así). Y en especial, Dani literalmente flipo, parecía un niño chico viendo las construcciones de Legos
  • El old slave mart museum de Charleston me emocionó. Te cuentan la historia de los esclavos y el intercambio tanto a nivel internacional como doméstico de tal forma que casi te hace llorar. Y pensar que casi no entro, no me lo hubiera perdonado. De verdad que merece mucho la pena la visita. Lo único malo que tienes que saber leer en inglés, porque sobre todo es de leer. La verdad que sería interesante que dispusieran de traductores, aunque ciertamente Charleston más bien recibe turismo nacional y supongo que por ello no lo tienen. Escribiendo ahora mismo y recordando las palabras que leía se me eriza la piel
  • Los estados sureños en general me parecieron increíbles, sus paisajes, sus pueblos, sus puentes, su costa, sus cementerios. Sin duda volveremos para hacer una ruta por toda esa zona incluyendo a Carolina del Norte. Es una zona con muchísimos parques estatales y nacionales y con poblaciones que creo que nos encantarían. Ya he leído algún diario y me ha impresionado. Un viaje pendiente… 
  • Cocoa beach y su pier envejecido entrando en el mar. Me esperaba poca cosa ya que es un muelle bastante viejo, pero no sé qué tenía que me cautivo. El ambientazo en la zona, el potente oleaje que hace que sea una buena playa para practicar surf y el destartalado pier se ha convertido en uno de mis pier favoritos. Pero ojo porque no es muy apta para el baño y menos con niños. El oleaje es muy fuerte al menos cuando fuimos nosotros. 
  • El precio de la comida rápida en los parques Disney. Pensábamos que era carísimo, y casi que vale lo mismo fuera del parque. Cierto que es un pelín más caro, pero no hay tanta diferencia a los precios de comida rápida que hay fuera. Ojo que hablo de comida rápida, los restaurantes y sobre todo con personajes no son nada baratos y los snacks tampoco. 
  • Lo rica que esta la comida amish. En Sarasota hay una comunidad amish en Pinecraft que, si bien no es como la que vimos en Lancaster, ya que parecen que están más con las nuevas tecnologías y demás (en Lancaster veíamos mucho carro tirado por caballos, montando en bicicleta y mucho más tradicional). Aquí hay varios restaurantes para saborear su deliciosa comida y sus famosas tartas caseras. Que delicias… 
  • Estando en un sitio tan, pero tan caluroso y con una humedad altísima me sorprendió ver tan solo una cucaracha en las calles de Charleston. Mucha gente me había comentado las enormes cucarachas que hay en Florida, con alas propias para volar y casi conquistar el planeta Júpiter, o peor aún…que alguna vuele y se pose (que horror). Y yo con la fobia que tengo a estos encantadores bichitos que hasta si veo una me cruzo de acera (en Canarias hay muchas y también son las americanas con alitas que te saludan y se ríen de ti) tenía autentico pavor a encontrarme con ellas. Pues me sorprendió que tan solo vi una. Y les aseguro que cuando anochecía estaba al loro con 23145 ojos puestos por si había alguna mientras paseábamos. No sé si tuve suerte, pero encantada que me quedé. 
  • Y lo que más nos ha sorprendido y a la vez atemorizado es nuestra peque. Es increíble como le gusta las atracciones fuertes con tan solo 5 años. He de aclarar que su padre no se monta ni en Dumbo que da vueltitas de lo más suave, ni nada que lo eleve del suelo, ni en nada que sea 3D con movimiento. Sólo en cosas rápidas que no se vea la altura y así y todo se lo piensa, pero al menos en eso se monta jajaja. Y yo no llego a tanto, pero nada de montañas rusas espectaculares con looping o caídas pronunciadas. Soporte la montaña de los 7 enanitos y ya no doy más, esa para mi es la fuerte.
    Pues mi hija en plan cañera, que si más rápido, que si vamos al hotel del terror con esa pedazo de caída que tiene…ni locaaaaa. Como dije antes, ya la montaña de los siete enanitos me pareció lo máximo que podía aguantar y me tienen que ver a mi agarrada a la baranda como una posesa con cara de terror y mi hija con las manos alzadas y gritando MÁS RÁPIDO, MÁS RÁPIDO. Miedito me da cuando cumpla más edad porque yo ya llegué a mi limite jajaja.
    Yo aterrorizada y mi hija con las manos arriba


LO QUE MENOS NOS HA GUSTADO: 


  • La costa del Golfo de México a excepción de alguna cosilla, no nos ha terminado de entrar. Que si, que tienen playa, pero nosotros también, y llamar a alguna playa como de las mejores de USA…marketing porque de otra manera no lo entiendo. Ahora que hemos vuelto y lo hemos visto, la hubiéramos quitado y le hubiéramos dado esos dos días a otros sitios que nos sorprendieron, pero lógicamente eso no lo sabes hasta que lo ves. 
  • El tráfico infernal que hay en general en toda la ruta. Es el roadtrip de los cuatro que hemos hecho en USA con más tráfico que hemos vivido. Un auténtico infierno en hora punta, ya sea en Orlando, Golfo de México o entrando a la ciudad de Charleston. 
  • El horrible calor y la humedad tan grande que hacía. No pensé que en octubre hiciese tantísimo bochorno. Horrible. Quizás fue que no me esperaba tanto calor, pero es que me recordó al calor pegajoso de Asia, incluso hubo días que pensaba que ni en Asia ni en India había pasado tanto calor. 
  • En la otra cara el aire acondicionado del polo Norte y la Antártida unidas que había en todos lados. No les exagero si les digo que en la nevera de mi casa hay más grados que el aire acondicionado de los sitios que visitábamos. Entrabas con el calor sofocante de fuera y parecía que entrabas al reino de Frozen. 
  • Tardar hora y media tanto para entrar como para salir de Magic Kindom si llevas tu propio coche. No exagero, había muchísima gente y lo digo de reloj. Y eso que, al salir, el parque estaba cerrado hacía tres cuartos de hora. Mala gestión. Aconsejo que, si se quedan en un hotel de Disney, usar el transporte de buses que te lleva directo. La verdad que fue un error por nuestra parte no haberlo hecho así. 
  • Los mosquitos tipo vampiro que hay. En mi vida nos han picado tanto como en este viaje, hasta Dani estaba lleno y eso que a él casi nunca le pican. Menos mal que ya no hay ZIKA actualmente en la zona, porque fijo lo hubiéramos pillado. Incluso en los Everglades, que llevábamos pantalón largo, les digo que atravesaban hasta la ropa. Menudos festines se daban. En los primeros cinco días estábamos literalmente acribillados y llenos de marcas (no me ha pasado en la vida). He de decir que compramos antimosquitos el mismo día que llegamos, el famoso OFF que se compra allí, pero cometimos el error de comprar uno con aloe vera sin fijarnos en el porcentaje de DEET que llevaba (eso pasa tras 10 horas de vuelo jejeje). Yo ya cansada de ponerme antimosquito y ver como se reían de mí, me dio por mirarlo y resulta que no tenía más que un 5% de DEET. Con razón, eso para ellos no es nada jajaja. Compramos otros de la misma marca, pero con un porcentaje del 25 ó 30% y ya los mosquitos rompieron su amor por nosotros, claro que no me extraña, con lo rico que olía el de aloe vera y el pestazo que echaba este, si pudiera me alejaría yo misma de mí. 
  • Casi todos los aparcamientos son de pago y no precisamente baratos
  • La lluvia que literalmente nos fastidió dos días enteros. Pensaba que llovería, pero…todo el santo día, sin tregua, no me lo imaginaba, y así fue.


LO QUE NOS HA DECEPCIONADO:


Pocas cosas nos han decepcionado, pero los que lo han hecho, reconozco que ha sido con creces.

  • Magic Kindom nos ha decepcionado bastante. Para ser el parque Disney más visitado del mundo, pues primeramente nos ha parecido bastante pequeño en dimensiones. Cierto que no puedo compararlo con el de Europa porque fui hace 19 años, pero comparándolo con el de Japón, éste parque me ha parecido enano para toda la gente que lo visita diariamente. Sus calles principales no son tan anchas como el de Japón y nos agobiamos bastante por la cantidad de gente que había. Mirando en el mapa de la aplicación, es más grande el espacio de aparcamientos que el propio parque, algo que me parece bastante absurdo. 
  • Sanibel y Captiva. Estas islas del Golfo de México tienen bastante fama. Al preparar la ruta leía lo maravilloso que eran, que si era un imprescindible, que si eran encantadoras, que si las mejores playas paradisiacas. Pues a nosotros no nos dijo mucho, de hecho, creo que es puro marketing. Nos gustaron más otras zonas de playas del golfo de México con arena también coralina que éstas. A ver, es bonito, pero no tanto como ser un imprescindible en el golfo. Consideramos que hay otros sitios de la zona más interesantes que éste y si lo llegamos a saber no nos hubiéramos pasado, ya que llegar allí solo tiene una entrada y la misma salida, lo que hace que te quite bastante tiempo. 
  • La comida del restaurante Cinderella en el castillo de Magic Kindom fue ridícula tanto en calidad como en cantidad. Uno ya paga por el menú cerrado que dan a elegir entre varios platos y la verdad que se lo podían trabajar un poquito más para el precio que tiene. No me parece normal que un puré de papas seas capaz de levantarlo entero con el tenedor, y la carne estaba bastante dura y con mucha grasa. Habíamos ido a otro castillo a cenar con princesas en el parque de Epcot el día anterior y pensábamos que sería parecido, pero ni por asomo, encima bastante más caro. Para lo que se paga, deberían de revisar y cuidar algo más el menú
  • El castillo de San Marcos fue una autentica decepción. Es lo único que no nos ha gustado de Saint Augustine. Mal conservado y muy caro para lo que ofrece la visita. Personalmente me hubiera ahorrado el dinero y lo hubiera visto solo por fuera.

Y hasta aquí llego el resumen de nuestras primeras impresiones de este maravilloso viaje.

Lógicamente es bastante personal y es difícil extrapolarlo a otra persona, ya que como siempre digo, cada viaje es único y cada viajero tiene experiencias diferentes de un mismo lugar y para gustos colores.








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