Nos despertamos con el ruido del gentío del tren. Miro el reloj y eran sobre las 04:30. Y yo pensando “AAAAAAIIIIIINNNNNNSSSSSSS pero si hasta las 05:15 no llegamos a Jodhpur, otro ratito más”.
Y por fin ya estábamos en Jodhpur y aparte del sueño que tenía (normal, dormir 4,5-5 horas no es bueno para nadie jiji ) me encontraba genial, ni rastro de la gastroenteritis de ayer aunque con las secuelas del resfriado ya que tenía la nariz como un tomate.
Y desde allí volvimos a contemplar el ambiente en las estaciones. Me encantaba contemplarlo, da igual la hora que sea, siempre hay muchísima vida: los porteadores llevando maletas, gente hecha un ovillo acurrucados con mantas, gente más pudiente apartado un poco del resto, gente transportando un montón de mercancía, vendedores ambulantes con carrito ó con té vendiendo sus productos incluso a través de las ventanas de los trenes.
Lo más curioso fue ver a una señora que estaba al lado mío cambiarse el traje que tenía. No, no se desnudaba, lo hacía con tal precisión que no se le veía absolutamente nada y paso a paso se iba poniendo otro traje. Fue simpático verlo, pero que arte tenía la mujer.
ASOMBROOOOSO, ya que en la salida, aunque había algún que[+]
otro rickshaw, no era el incesante gentío que nos habíamos encontrado en otras estaciones.
Pactamos con uno para que nos llevara a la zona de la torre del reloj por 40rp.
Donde primero fuimos, ya que lo teníamos anotado porque hablaban muy bien de él fue al Sarvar Guesthouse, un hotel que lleva una familia musulmana y que parece estar bastante bien.
Pero la verdad que se notaba que era temporada alta, porque a parte de tener que esperar porque había un par de familias indias negociando una habitación, cuando nos tocó sólo le quedaban 2 habitaciones (y eso que era a primera hora), 1 de ellas más cara pero preciosa con una decoración alucinante que nos pedían 900rp y sin conseguir bajar nada (que conste que antes habíamos visto una de las familias negociar una habitación similar a 550rp) y la otra que, aunque no estaba mal del todo pero con mucho menos encanto a 500rp.
Como estábamos cansados y no teníamos muchas ganas de patear con las mochilas a cuesta, al final negociamos esta última a 450rp.
La habitación no estaba mal, pero como habíamos visto las otras, pues ni punto de comparación. Aunque la habitación estaba limpia, con ventilador en el techo, y una pequeña terraza que daba a la zona común (todas las habitaciones tenían esto). El baño muy limpio y bastante grande, y llamaba mucho la atención por su colorido. Decir también que tienen WIFI gratis, pero que no llega a las habitaciones, tienes que ir fuera para pillarlo.
Por cierto, aunque estaba muy limpio, Dani me dijo, pero al siguiente día, que había visto una cucaracha pequeña en la habitación por donde estaban las mochilas, AAAAIIIINNNSSSSS menos mal que me conoce y me lo dijo al día siguiente ji.ji, porque si no, no hubiera dormido nada. Aunque yo creó que la trajimos nosotros del vagón.
Vistas desde la pequeña terraza. Habitación muuuuy colorida
Baño espacioso, colorido y limpio. No se puede pedir más
Tras hacer el inmenso papeleo típico nos fuimos a desayunar a la terraza del hotel.
GGGGUUUUAAAAUUUUU pedazo vistas al fuerte que
había desde la terraza.
Vistas mientras desayunábamos del fuerte
Como ayer Dani casi ni había cenado, y yo estuve a base de suero todo el día. Pues evidentemente teníamos un hambre atroz.
Si, si, todo eso nos lo comimos.
La verdad que nosotros en nuestra rutina diaria solemos desayunar muy poquito, pero en vacaciones no se que nos pasa que a primera hora de la mañana estamos hambrientos .
Luego una duchita para despejarnos un poco y a la calle.
JODHPUR: “Jodhpur es la segunda ciudad más grande en el estado de Rajastán. Se encuentra a 335 kilómetros al oeste de la capital del estado, Jaipur.
Una ciudad que fue fundada en el año 1459 por el Rajput Rao Jodha de los clan Rathore y tuvo gran auge por encontrarse en la ruta comercial entre Delhi y Gujarat, generándose así importantes riquezas y consiguiendo ser la capital de la región de Marwar.
La denominan de ciudad azul ya que un buen número de las casas de la ciudad están pintadas de ese color. Las primeras casas fueron pintadas así por sus dueños, que eran brahmanes, la casta más alta, para homenajear al dios Shiva, que tiene el cuerpo azul, pero sobre todo para indicarles a los habitantes de castas más bajas que no podían acercarse. Ahora todo el que quiera puede pintar su casa de ese color. Otras razones del azul son mantener las casas frescas y porque creen que repelen a los mosquitos.
Las estadísticas dicen que en verano en Jodhpur, al ser la puerta del desierto del Thar, se alcanzan los 45 ó 50º, por ello la ciudad es también conocida como la Ciudad del Sol.”
Nuestra intención era subir caminando hasta el FUERTE MEHRANGARH porque no parecía que estuviese muy lejos, así que preguntando a la gente porque los callejeros en India no sirven, y nos estuvimos metiendo entre callejones y callejones.
Callejeando medios perdidos por Jodhpur
Llego un momento en que ni idea de donde estábamos, así que volvemos a preguntar y nos mandan al mismo sitio de donde habíamos venido. UUUUFFFFFF menudo rollo. Al final paramos un rickshaw y por 40rp nos llevó al fuerte.
FUERTE MEHRANGARH: “Todavía propiedad del maharajá de Jodhpur. La fortaleza de Mehrangarh es del siglo XV y esta situada en la cima de una colina rocosa sobre la llamada “montaña de las aves”, a 125 metros de altura sobre la ciudad. Los materiales para construirlo se extrajeron de la misma colina en donde se sitúa, se puede decir que el fuerte se funde con la cima de la colina.
El fuerte tiene una pared de 10 kilómetros de largo con 8 puertas y bastiones, con paredes de 36 metros de alto y 20 metros de grosor.
Rao Jodha comenzó a construirlo en 1459 y tuvo que desalojar a un ermitaño que vivía en esta misma colina provocando su enfado y el cual hizo pesar sobre el fuerte una maldición que predeciría sequías. Jodha por si acaso tomó medidas y le construyó una casa y un templo al ermitaño cerca de donde vivía antes, pero aún así cada cierto año resultaba una sequía. Finalmente lo que hizo Jodha fue enterrar vivo a un hombre bajo los cimientos del fuerte y ofreció a cambio mantener atendida a su familia por generaciones, tantas que aún hoy sus descendientes viven con ese privilegio”
El rickshaw nos dejó un trecho más abajo de la entrada. A subir la cuestita y de paso a comprar agua que no teníamos, que con el calor y tanto cuesta la íbamos a necesitar.
Vistas del fuerte desde nos dejó el rickshaw
Para llegar al fuerte hay que pasar varias puertas. Entramos por la puerta principal de Joyapol, de 1806 y construida para conmemorar la victoria contra Jaipur y Bikaner.
Hay que seguir subiendo hasta llegar a las taquillas de entrada. La entrada nos costó 250rp con la audioguía en español (le dimos el carnet estudiante, pero no recuerdo si nos descontaron algo) y aparte la cámara 100rp.
A partir de este punto ya se vislumbraba algunos de los edificios del fuerte, aunque para llegar allí había que seguir subiendo.
Vistas desde la taquilla a uno de los palacios del fuerte
También en esta zona hay unas marcas de cañonazos. La verdad que las marcas las ves porque hay un número y lo tienen redondeado con un círculo, porque si no uno pensaría que es del desgaste .
Seguimos subiendo mientras escuchábamos la guía en la que de una forma bastante amena te cuentan la historia del fuerte. La audioguía sin duda alguna esta genial. La mejor audioguía que hemos tenido en la India. Todo muy bien explicado y fácil de encontrar los puntos, sin pérdida alguna.
Seguimos subiendo y luego había un pedazo mirador para contemplar las vistas hacía la ciudad. Desde luego se le llama ciudad azul por algo.
En este mirador había una especie de cenotafio que dicen que fue construido en el mismo lugar que murió un soldado defendiendo el fuerte.
En el mirador con un cenotafio y la ciudad azul al fondo
También había un viejo cañón por el que ibas esperando para hacerte la típica foto que todo el mundo quiere.
Seguimos subiendo en plan zig zag y pasamos otras de las puertas, la Fatehpol que conmemora la victoria de los mogoles.
Tras esta puerta a la izquierda justo hay otras escaleras en donde también había una especie de mirador y en donde había un ascensor.
Vistas desde el mirador. Desde luego se le conoce la ciudad azul por algo
Y por fin tras todas las
cuestitas que llevábamos nos encontramos con la puerta de Lohapol (puerta de hierro). Lo curioso de la puerta que esta justo en una curva, y que en el hierro de las puertas había un montón de pinchos que al parecer servían para que los elefantes no la tiraran. La verdad que muy buen invento je,je. Con los pedazo pinchos que tenía, les debía costar un montón acercarse y encima la puerta en curva.
Fíjense en los pedazo pinchos de la puerta. Pobres elefantes
Justo tras pasar esta puerta están las huellas de las manos de las viudas del maharajá Man Singh, ya que dicen que se lanzaron a la pira funeraria en el ritual del SATI en 1843.
Las huellas de las manos con ofrendas
Y por fin desde aquí ya se veía la última puerta para entrar a todo el conjunto de palacios, la Surajpol.
La última cuesta antes de entrar
Y a partir de aquí íbamos pasando de un patio interior a otro que, aunque no muy grandes, tenía unos edificios impresionantes, con un montón de tallas y celosías. Aunque se notaba que era de diferentes época porque cada edificio en si era diferente.
DIFERENTES PATIOS
Desde los diferentes patios íbamos accediendo a las diferentes salas y galerías que tenían la entrada en el mismo patio, ó te metía en uno de los palacios y a subir y bajar escaleras ó caminando a través de los balcones y celosías que tenía muy buenas vistas de la ciudad.
DIFERENTES CELOSÍAS
Una de ellas tenía una exposición de palanquines reales y sillas para los elefantes (Howdahs) muy variopintos que iban desde los
normales cuadrados hasta con acabados en forma de animales. Incluso había alguno que estaba preparado para que a las mujeres no se les viera para cumplir con la “especial” tradición de la purdah.
Fíjense en la 2ª foto que servía para que la mujer no fuera vista por nadie
Curiosa montura
Aunque quizás uno de estos palanquines llamaba más su atención que ninguno, ya que UMMMMMM, se puede decir que parecía una especie de carroza dorada. Se llama el mahadol y lo ganó el maharajá en una batalla.
El mahadol que se parece a la carroza de Cenicienta
También pasamos por una exposición de armas y armaduras, otra de trajes típicos, algunos cañones, el trono de uno de los maharajaes en uno de los patios interiores...
Traje típico de la zona
También hay una galería con un montón de pinturas que al parecer es uno de los mejores ejemplos de pinturas de la zona de Marwar.
Una de las muchísimas pinturas que había, con representaciones de la vida en la corte
Pasamos por la galería de cunas, todas ellas muy finas y decoradas con oro. Vamos que ya desde que nacían les iban metiendo en oro para que se fuesen acostumbrando al lujo ji, ji
DIFERENTES CUNAS DE LUJO
Aunque quizás lo que llama más la atención son muchas salas muy llamativas como la de Sheesha mahal (palacio de los espejos) totalmente decorada con espejos e incrustaciones de vidrios de colores entre las pinturas de la pared. Por tener tenía vidrio hasta en el suelo.
Sheesha mahal
Hasta las pinturas del Sheesha mahal tenían incrustaciones
Otras de las salas interesantes era el phool mahal (palacio de la flor) que era una de las habitaciones privadas del maharajá Abhay Singh. Y era usada para eventos oficiales y, sobre todo para que el maharajá de turno se deleitara un rato para ver a las bailarinas .
La sala es una pasada, casi en su totalidad echa con pan de oro y vidrieras de colores. Por supuesto con su sillón en el medio para que el maharajá no perdiera detalle je, je.
LA DORADA Y ESPLÉNDIDA PHOOL MAHAL
En la 2ª foto están las cristaleras de colores que le daban a la habitación un color diferente
En la 2ª foto están las cristaleras de colores que le daban a la habitación un color diferente
También estaba la Thakhat Vilas que era los aposentos del maharajá Thakhat Singh, con la misma dinámica de los anteriores, aunque con unas bolas de colores brillantes colgadas que parecía navidad.
Fíjense en las bolas del techo ¿no os recuerda a algo?
La Moti mahal (palacio de la perla), que al parecer es de las zonas más antiguas del fuerte y es donde se reunían las mujeres de la realeza.
La Moti mahal con su conjunto de vidrieras
Aunque sin duda de las mejores cosas del palacio eran las alucinantes vistas que tenías de la ciudad a través de sus balcones, celosías y terrazas.
Vistas hacía la zona de la torre del reloj y su mercado
Y por último estaba la zenana en cuyo patio ya se acababa el recorrido. El mismo patio era llamativo ya que había restos de pinturas en muchos sitios de su fachada.
El patio de la zenana con muchísimas pinturas
Tras entregar la audioguía pensábamos ir al templo de Chamunda Devi que esta en el fuerte; pero como nos habíamos pegado 3 horas aquí y también queríamos ir a Mandore, decidimos prescindir de la visita.
Así que luego nos fuimos a Jaswas Thada, los cenotafios reales que habíamos visto desde el fuerte y que tenían muy buena pinta.
Por cierto, al final si que había unas escaleras que te bajaban hacía las calles traseras de la torre del reloj. Nosotros las vimos desde arriba.
Jaswas Thada desde el fuerte
Como al subir habíamos visto que la entrada no estaba muy lejos del fuerte, decidimos ir andando y efectivamente en 15 minutos ya estábamos en la entrada.
Los cenotafios con el lago
La entrada es muy barata, 30rp cada uno (no recuerdo si aplicaron tarifa estudiante) más 25 rp la cámara.
El mausoleo esta dedicado al maharajá Jaswant Singh II y construido en 1899.
Hay varios cenotafios pequeños repartidos por una especie de jardín del cual también hay unas vistas de infarto.
Los pequeños cenotafios repartidos por el jardín
Una de las cosas que llama la atención es el hoy hotel de lujo y parte museo, palacio de Umaid Bhawan con una cúpula que parecía la del Vaticano.
Vistas del Umaid Bhawan
La verdad que si a alguien le apetece tranquilidad, aquí lo consigue, ya que apenas hay nadie; aunque siempre hay alguien que pide fotos y todo eso; pero eso allí entra dentro de la normalidad .
Luego nos fuimos al principal que es el que llama más la atención. Al parecer éste también es el crematorio real.
El cenotafio principal, desde luego es el que más llama la atención
Dimos la vuelta a todo el edificio para observar los detalles y... cosa curiosa que también tiene una especie de celosías.
En la 1ª foto es la parte trasera en donde se pueden ver algunas celosías
En el interior hay 2 cenotafios más, y ambos llamaban mucho la atención porque tenía fotos de los difuntos y ofrendas.
Cenotafios en el interior. En la 2ª foto se ve un pequeño santuario hacía el difunto
Lo más gracioso fue un conjunto de pañuelos amarrados de tal forma que formaba un cordón para no pasar hasta el último cenotafio. Supongo que significaba algo, pero ni idea de lo que era.
Ni idea para lo que era, pero llamaba la atención
Tras una media hora de estar allí, ya tocaba hora de irse.
El siguiente punto iba ser los jardines de mandore a unos 10Km de Jodhpur pero...TOK, TOK nuestras barrigas sonaban de hambre. Pero yo después de la gastroenteritis de ayer tampoco me atrevía a comer su típica comida porque aunque me encontraba bien, aún tenía el estómago un poco resentido, y como las comidas suelen ser un poco-bastante especiadas, no me quería arriesgar (no es lo mismo pan y huevos del desayuno, que algún plato de comida hindú) así que optamos por ir a un sitio que tenemos prohibido en los viajes, y que jamás salvo en Hungría hemos ido.
¿Que será?
Esta claro, el socorrido Mcdonald.
Cometimos el error de preguntar a los rickshaws de la salida del cenotafio y...claro esta que de 100rp no bajaban porque decían que el mcdonald estaba muy lejos (después descubrimos que era mentira). Pues no, nos vamos caminando que es cuesta baja y pensábamos que ya aparecería alguno. Efectivamente en menos de 5 minutos ya estábamos montados en uno que nos llevaba por 50rp.
Lo curioso es que estaba en un centro comercial y GGGUUUUAAAUUUU menudo centro, de lujo total. La verdad que era una contradicción absoluta, fuera con un montón de pobreza y gente mendigando; y dentro con su guardia de seguridad para que no pasara cualquiera (te hacían pasar por un detector de metales y todo).
El interior era impresionante, bueno impresionante para India, porque estaba totalmente occidentalizado con sus máquinas de juego, consolas para jugar también, sillones de masaje... evidentemente la gente que entraba allí era de un poder adquisitivo alto y se notaba.
Nos vamos para el mcdonald y Dani se lleva la desilusión del siglo porque no hay hamburguesa normal. Y yo diciéndole que evidentemente era lógico, yo ya sabía que allí a la vaca ni tocarla jeje.
Nos pedimos 2 menús grandes de pollo por 303rp. La verdad que para el nivel de vida que hay en India es bastante carito el sitio.
Salimos del centro por otra puerta y nos sentamos en un muro que había por allí. ¡¡¡QUE PASADA!!!, menudos pedazo coches salían del aparcamiento, desde luego esta era la India que no habíamos vistos porque están super escondidos ji, ji. La verdad que da remordimiento de conciencia, por un lado tanta riqueza y por otro una pobreza absoluta. Y aunque pobreza y mendigos hay en todos lados, nosotros nunca habíamos visto tanta pobreza en otros países como en éste.
Después estuvimos hablando un rato con un conductor del rickshaw que estaba aparcado a nuestro lado, le atraía mucho Europa y no paraba de hacernos preguntas de la forma de vida que teníamos. La verdad que parecía un buen hombre. Al final le preguntamos cuanto costaba ir a Mandore y nos dijo que 300rp; pero como eran sobre las 16 (se nos paso el día rapidísimo, aunque íbamos en plan relax) y queríamos también ir a la zona de la torre del reloj para ver el ambiente y concretar un conductor para el día siguiente, decidimos no ir.
Luego nos dimos cuenta de que apenas nos quedaba dinero y estuvimos buscando un cajero por la zona, pero que vaaaaa, el único que había por allí no funcionaba. Así que paramos a un rickshaw y por 40 rp nos llevaría a la torre del reloj y de paso nos pararía en un cajero.
Sacamos “money” no sin antes esperar ¡¡¡15 MINUTOS!!!, porque había un señor dentro que no se que haría, pero parecía que fabricaba los billetes. Y el pobre conductor allí esperándonos como un campeón .
Al final nos deja en la puerta del reloj, en un santiamén, vamos que estábamos bastante cerca para ir caminando desde el centro comercial; pero como ni idea de donde estábamos y pensábamos que era más lejos pues...¡¡VIVAN LOS RICKSHAWS!!.
Al final le dimos 10rp más por la espera (50rp como nos había dicho en un principio), porque la verdad el hombre espero muchísimo por lo del banco.
Lo primero que hicimos fue ir a diferentes agencias a preguntar precios. Aquí lo típico es decir que en otro lado te lo dejan más barato y luego ellos a llamar y te van reduciendo el precio.
Al final conseguimos uno que de 3000rp, nos bajó a 2000rp para visitar Ranakpur y Kumbargargh, eso si, el regateo fue durillo. Le dimos 500rp que pedían por adelantado y el resto lo pagaríamos al llegar a Udaipur. Como estaba cerca de nuestro hotel, y al mismo no podían entran los coches, decidimos quedar directamente en ese sitio. Por cierto lo contratamos en “Anil Sunrise Guesthouse” justo por detrás de la torre del reloj.
Después nos pegamos el resto del día paseando por la zona de la torre del reloj y perdiéndonos por las callejuelas del mercado de Sardar mirando el ambiente y haciendo pequeñas compras.
La torre del reloj con sus vaquitas
La verdad que me encantó el ambiente de este mercado con sus puestos de ropa, fruta, frutos secos, artesanía, pulseras, incienso... vamos que había de todo.
Por supuesto todo mezclado con el humo de los rickshaws y con vacas y otros animales. La verdad que era caótico pero divertido.
Entramos en un par de tiendas para ver algunas cosillas, pero...tenían tanto polvo en casi todas las tiendas que a los 5 minutos ya me tenía que salir del ataque de tos que me daba. Desde luego son tiendas que no están concebidas para alérgicos al polvo .
Otra cosa curiosa fue cuando vimos una farmacia. ¡¡¡¡MADRE MIA!!!! Nunca habíamos visto una farmacia así, no es como la que estamos acostumbrados a ver, si no que parece un puesto de fruta ó algo similar. La risa que me voy a comprar las típicas pastillas de la tos y me la venden por unidades. Que gracioso ji,ji, me resultó muy curioso. No he estado mucho por Asia salvo por Tailandia y Bali, pero esto nunca lo habíamos visto. Claro que...India es India.
Las típicas farmacias en India
Por cierto decir que en el mercado algunos se pasan 4 pueblos y medios con los precios. Un ejemplo fue que por un paquete de incienso nos pedían 150rp por unidad, y al final compramos 3 paquetes por 180rp. Así que imagínense si se pasan ó no .
Luego nos fuimos a tomar un helado de frutas que estaban de vicio (no como comida india por el estómago, pero si helado, es para darme) por 70 rp los dos y unos pedazo helados de 2 bolas cada uno.
La vaca carnavalera
Sobre las 20:30 decidimos recogernos para intentar acostarnos temprano, ya que ese día apenas habíamos dormido y estábamos que nos caíamos de sueño.
Pero por supuesto antes pasamos a comprar para la cena las tortillas más famosos de Jodhpur, las de Omelette shop que ya habíamos visto el quiosco antes cuando estábamos mirando precios de coches.
Es fácil de encontrar si se da un paseo por la zona, y si no a preguntar que seguro que todo el mundo lo conoce. Pedimos 2 spanish omelette y una omelette cheese para llevar. La verdad que son baratísimas entre 30 y 40rp cada una; y deben de tener mucha fama tanto para los extranjeros como para ellos, ya que el sitio estaba muy concurrido. Además el hombre que lo lleva es super enrollado, incluso nos puso un par de sillas por si nos la íbamos a comer allí. Y por supuesto a firmar en uno de sus libros (tiene un montón de libros rellenos que se los da a la gente mientras espera)
Justo cuando nos vamos a ir viene una niña pequeña haciendo el gesto de comer, y el hombre a la pobre le pego un espantón que tela la pobrecita. Nos dio tanta pena verla alejarse descalza, con la cara mugrienta y mirando de vez en cuando que la llamamos y le compramos una también. En fin, esto también es India.
En total las 4 tortillas con 2 diet coke fueron 145rp.
Nos fuimos al hotel y allí tranquilamente en la terraza saboreamos las deliciosas tortillas. La verdad que están buenísimas, tienen el toque un poco picante al final, pero eso es normal en la zona ji,ji. La risa que te las ponen con pan de molde, pero así y todo no tienen desperdicio.
Luego nos fuimos a la terraza del hotel a tomar una cervecita pero...OOOOH OH, en un hotel musulmán nanai, así que a conformarnos con zumos y refrescos, y ya de paso cayó una pancake de banana y miel.
LO MEJOR DEL DÍA: Pasear por sus mercados.
LO PEOR DEL DÍA: Nada
GASTOS:
- Rickshaw de la estación al hotel: 40rp
- Hotet Sarvar guesthouse: 450rp los dos
- Desayuno hotel: 160rp los dos
- Rickshaw hasta el fuerte: 40rp
- Fuerte de Mehrangargh con audioguía: 250rp cada uno con carnet estudiante + 100rp cámara
- Cenotafios de jaswant thada: 30rp 8carnet estudiante +25rp cámara
- Rickshaw de los cenatofios al centro: 50rp
- 2 menú mcdonald grande: 303rp
- Rickshow del centro comercial a la torre: 50rp
- Cena omelette shop: 145rp
- Agua:15rp
- Refrescos:25rp
- Adelanto del coche a Udaipur: 500rp
CONCLUSIONES: Jodhpur también fue otra de las ciudades del Rajasthan que también nos encanto. Recomiendo sacar tiempo para pasearse por el mercado y todo el entramado de calles que hay por la zona, Se puede decir que es una autentica experiencia visual y olfativa; pero sin tanto agobio como en los mercados de Delhi. Aunque la contaminación se nota bastante, no tanto como Jaipur, pero algo similar. Los precios en su mercado tienen en un principio bastante subiditos, así que a regatear. En el fuerte aconsejo totalmente pillar la audioguía. Ojo Si vas a pillar un conductor hasta Udaipur porque se pasan un 50% en los precios.
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